El fraude online
El fraude online
La forma en la que las empresas interactúan con nosotros es muy importante, tanto en el mundo físico como en la red. Lo que publicamos en internet y la forma en la que interactúan con los clientes/nosotros por correo electrónico o en las redes sociales forma la identidad corporativa online. El esfuerzo debe ir enfocado a mantener, preservar y mejorar la reputación ya que el negocio está en juego. El fraude, en sus distintas expresiones, y la suplantación de identidad son riesgos que no deben desatender.
Podemos ser víctimas de estafas y engaños que nos causen graves perjuicios económicos y considerables daños de imagen. Divulgación de información confidencial, pérdida de datos personales de clientes o acceso y abuso de nuestros sistemas, son algunas de las consecuencias. Estos incidentes siempre traen consigo sustanciales pérdidas de clientes.
El fraude afecta también al comercio electrónico. Proteger la marca de una posible suplantación o detectar compras fraudulentas serán, por tanto, objeto de la atención. Los clientes deben poder identificarnos como comercios legítimos y de confianza, y estos deben, a su vez, estar preparados para reconocer a los falsos clientes.
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